¿Vivimos realmente en Democracia?

Nosotros los venezolanos de edad comprendida entre 30 y 50 años, crecimos viendo durante mucho tiempo la pobreza y las malas prácticas gubernamentales de personas cuyos fines eran aumentar sus riquezas mientras un pueblo cada día se sumergía en la deriva de la miseria. Siempre nos hicimos esta pregunta “¿Vivimos en una verdadera democracia?”

Hoy cuando han pasado 14 años de revolución y afrontamos una experiencia social inigualable al pasado, me dio por preguntarme lo mismo “¿Vivimos en una verdadera democracia?”. 

Por eso vamos a recordar lo siguiente; 

DEMOCRACIA = LIBERTAD DE DECISIÓN 

Esto en ROJO por ser una verdadera palabrería nada de magistral, una pésima definición y que sólo puede provenir de los que sólo buscan corromper las mentes nobles de las personas que aún tienen capacidad de discernir con sentido común. Engañan diciendo “Si nos quitan la posibilidad de decidir qué hacer con nuestras vidas, regresaremos al pasado”, mientras la inseguridad, el desempleo, la inflación, la ignorancia atacan cada día con más fuerza, estos elementos que deberían ser el peso de la verdadera decisión pasaron a un segundo plano! 

De esta manera me permito opinar que al tener un país en total división de ideas y líneas de ver las cosas, sinceramente no podemos ni hablar de decisión del colectivo. Sigo insistiendo que la democracia real, participativa y protagónica es viable como camino para los venezolanos, pero  con decisiones que involucren a todos y no a una parcialidad. 

Seremos libres y viviremos en democracia, cuando rompamos esas barreras que nos dividen.

Muero porque no muero.


Vivo sin vivir en mí
Y tan alta vida espero
Que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí
Después que muero de amor,
Porque vivo en el Señor
Que me quiso para Sí.
Cuando el corazón le di
Puso en él este letrero:
Que muero porque no muero. 

Esta divina prisión
Del amor con que yo vivo
Ha hecho a Dios mi cautivo
Y libre mi corazón;
Y causa en mí tal pasión
Ver a Dios mi prisionero,
Que muero porque no muero.

¡Ay, que larga es esta vida,
Qué duros estos destierros,
Esta cárcel y estos hierros
En que el alma esta metida!
Sólo esperar la salida
Me causa dolor tan fiero,
Que muero porque no muero. 

iAy, que vida tan amarga
no se goza el Señor! 
Porque si es dulce el amor,
No lo es la esperanza larga: 
Quíteme Dios esta carga
Más pesada que el acero,
Que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
Vivo de que he de morir,
Porque muriendo el vivir
Me asegura mi esperanza.
Muerte al vivir se alcanza,
No te tardes, que te espero,
Que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;
Vida, no me seas molesta,
Mira que sólo te resta,
Para ganarte, perderte;
Venga ya la dulce muerte,
Venga el morir muy ligero,
Que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
Que es la vida verdadera,
Hasta que esta vida muera
No se goza estando viva.
Muerte, no seas esquiva;
Viva muriendo primero,
Que muero porque no muero.

Vida, ¿que puedo yo darle
A mi Dios que vive en mí,
Si no es perderte a ti
Para mejor a El gozarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
Pues a El solo es al que quiero.
Que muero porque no muero.

Muero lentamente!


Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en si mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con desconocidos.

Muere lentamente quien evita una pasión
Y su remolino de emociones,
Aquellas que rescatan el brillo en los ojos
y los corazones decaidos.

Muere lentamente quien no cambia de vida cuando está insatisfecho con su trabajo o su amor,
Quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite al menos una vez en la vida huir de los consejos sensatos…
¡Vive hoy! - ¡Haz hoy!
¡Ariesga hoy!
¡No te dejes morir lentamente!

¡No te olvides de ser feliz!


Pablo Neruda
Lcdo. Jonathan Lugo