¿La única salida es la violencia?

Merodeando opiniones y respuestas de familiares y amigos, sobre la pregunta de esta entrada, se me ocurre responderla de esta manera:

La violencia no sólo está permitida sino también legitimada moralmente en tanto es usada por el poder reconocido. 

El poder se basa permanentemente en la posibilidad del ejercicio de la violencia. Para cada Venezolano esta sobreentendido que salir de esta dictadura, es pasar a un Estado en guerra y coparticipar de la violencia.

Quien participe, lo que estricta y necesariamente hace es "cumplir con su deber".


Paz y Politica

Decía MOSHÉ DAYÁN “SÍ QUIERES HACER LA PAZ, NO HABLES CON TUS AMIGOS, HABLA CON TUS ENEMIGOS” y decía BENITO JUÁREZ “EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ”. Frases que encierran un contenido armónico para lograr la paz, habla con tus enemigos y respeta sus derechos, no se trata de hablar con tus enemigos para sacar ventajas y aplastarlos, mucho menos para desconocer finalmente los acuerdos establecidos y terminar haciendo todo lo contrario, bajo el falso argumento que la política es el arte del engaño, la mentira y la trampa. He venido leyendo estos días varios libros que en una oportunidad futura les recomendare, busco la comprensión de las estrategias opositoras para combatir la firme implementación del comunismo en Venezuela. 

Cada día que pasa el comunismo es más obvio.


Leo sobre los llamados puntos de encuentro entre la oposición y el oficialismo, y allí indiscutiblemente sigo observando que ambos grupos creen en la constitución como la salida. Así se me ocurre decir; “Si quieres atacar esta revolución, ataca la constitución.” Coincido un poco entonces con lo que presenta Leopoldo y María Corina “Constituyente, Reforma o enmienda”. Ellos también apuntan a la salida violenta bajo cuerda. Mi crítica seria a que ambas son incompatibles o dicotómicas, la primera pasa por el empleo del hoy CNE y la segunda por un enfrentamiento cuyo mayor opositor a esa idea se encuentra en el mismo lado opositor y es Capriles Radonsky. Mayor papelón, NO?

Las guerras de cualquier género son salidas cobardes a las contradicciones y problemas de la paz que no se logran resolver con el dialogo y la comunicación sincera. Grita BENJAMIN FRANKLYN: “NUNCA HUBO GUERRA BUENA, NI PAZ MALA”. Lo que quiere decir que los demócratas, los luchadores sociales y los políticos de verdad no debemos impulsar ningún tipo de guerra y debemos aunar todos los esfuerzos por la paz y la concordia que es lo bueno, nuestra arma debe ser la razón, la palabra, el conocimiento y el dialogo para construir consensos que nos permitan avanzar y desarrollarnos en paz. Es abrir los ojos de la conciencia, es educar a la población, es infundir conocimiento, suministrar información y organizar la acción social por la paz.

No me solidarizo con Capriles Radonsky, aunque esta sea su bandera… Sin duda perdió para mí todo el respeto cuando no supo defender su triunfo en uno de los momentos históricos más importantes. Y les digo que ya no sé si es “momento histórico o rochela”, él mismo se ha encargado de legitimar al hoy presidente de la república.

Lo triste y lamentable es que la crisis de dirección política en la oposición y el desconocimiento de las realidades sociales no les permiten reaccionar ante la estrategia gubernamental, por ello percibo como el gobierno a pesar de las contradicciones económicas y de la crisis interna que lo acecha, se presenta solo en el escenario nacional.

Qué nos toca hacer? , seguir luchando, seguir construyendo una alternativa, construir una nueva mayoría, basada en un liderazgo colectivo y soportada en la fuerza del ciudadano, una fuerza que no se deje manipular ni aplastar por la polarización y que se abra camino entre los intereses de las cúpulas del gobierno y los intereses de las cúpulas de la MUD, por supuesto que es difícil que es cuesta arriba, pero estamos en la obligación de seguir avanzando, de abrir diálogos con el pueblo, de buscar puntos de encuentros sinceros y de construir consensos en bien del país, en esa tarea nos anotamos con desprendimiento y con claridad olímpica, sin sectarismos, sin cálculos y sin medias tintas.

Hasta una próxima oportunidad

Jonathan Lugo.