El tema de la política en Venezuela esta arraigada en las venas de cada uno de nosotros difícil pedir a un Venezolano que no comente de política.
La lectura en mi criterio, posee un gran poder y es el de guardar en algún rincón de la memoria escritos que posteriormente podemos recordar y traer de nuevo al espacio de debate justo cuando ocurren situaciones como las de hoy, en la que la diputada Maria Corina Macaho Twuitea que piensa en la conjugación del verbo "Responsabilidad", sin duda eso trajo de mi recuerdo este escrito que alguna vez leí y en el se relata un hecho ocurrido en la historia, catapultado en el tiempo y que sin duda esta cargado de esa carisma del Venezolano y su sentido jocoso, seguro reirás.
Corría el año de 1945. Luego de
cuatro años de ejercicio democrático y habiendo puesto todo el empeño por
realizar un tranquilo tránsito hacia la participación civil en las directrices
del gobierno, Isaías Medina Angarita veía culminado su período presidencial y
preparaba el terreno para las próximas elecciones, postulando para ello a un
civil de sus filas: Diógenes Escalante. El partido opositor de entonces, Acción
Democrática, liderado por Rómulo Betancourt, había acogido la idea del
candidato. Reinaba entonces un clima de paz en aquella temporada de elecciones;
y la verdad es que Diógenes Escalante tenía sobradas razones para inspirarlo:
tachirense (respetando así la “hegemonía andina”), civil (dando paso a una
participación total de la sociedad), inteligente (canciller en los Estados
Unidos con distinguidos títulos universitarios). Así que se designó este
candidato en ausencia, pues estaba en Nueva York ejerciendo cargos
diplomáticos. Al llegar a Caracas se hospedó en el Hotel Ávila. Pero el
destino, como dicen algunos, es un burlón arlequín que hace mil piruetas para
animar al mundo. Resulta que un día, Diógenes Escalante, el candidato
conciliador, llama por teléfono al secretario del presidente Medina, Arturo
Úslar Pietri:
-Sí, diga... –Preguntó Úslar.
-Doctor Úslar, tengo un problema
muy grave, me han robado...
-¡Cómo que lo han robado Dr.
Escalante!
-Sí, me han robado.
-¿Y qué le robaron?
-Los pañuelos.
-¿Cómo que le robaron los
pañuelos? ¿Unos pañuelos nuevos?
-No, no, no, véngase por aquí,
eran tres mil pañuelos que tenía en la gaveta.
A Arturo Úslar Pietri le extrañó
la respuesta e inmediatamente llamó a Rafael Vegas, ministro de Educación y
médico siquiatra:
-Rafael, llégate donde Escalante
y habla con él. Está pasando algo raro.
Rafael Vegas va al Hotel Ávila y
al regreso da su diagnóstico definitivo y aterrador:
-Escalante está loco e bola.
Entonces el clima de paz comenzó
a deteriorarse. ¿Cómo buscar un nuevo candidato en tan poco tiempo y que además
tuviera la aceptación de todos los sectores: Ejército, AD y el PCV?
La pugna por la presidencia, que
estaba apaciguada por la concertación de la figura de Diógenes Escalante,
despertó con más furia. Acción Democrática veía restringida la posibilidad de
ingresar al poder. Eleazar López Contreras propuso su propio nombre para ser
candidato, pero Medina no aceptó esa propuesta por considerar que sería mal
vista por el pueblo, pareciendo que querían intentar perpetuarse en el poder
alternándose en el cargo. Ante la negativa de Medina, Eleazar López Contreras
se lanzó de manera independiente como candidato a la presidencia. El Partido
Democrático Nacional, partido del gobierno medinista, postuló a su ministro de
Agricultura, el tachirense Ángel Biaggini. Biaggini no tenía suficiente
aceptación en los distintos sectores de la sociedad, pero el tiempo apremiaba.
El 30 de septiembre de 1945 el
PDV designó oficialmente a Ángel Biaggini como candidato a la presidencia de la
República. En el acto, un periodista de Últimas Noticias, medio de comunicación
lopecista, se acercó a Biaggini y le pidió una declaración autógrafa. Biaggini
escribe un amplio agradecimiento y Últimas Noticias lo publica en primera
página de la edición del 1 de octubre de 1945. Para sorpresa de muchos, en el
agradecimiento aparece un error ortográfico: “entuciasmo”, con “C”.
El poco apoyo que tenía Biaggini
comenzó a abandonarlo, esgrimiendo las razones de que un futuro presidente de
la República tenía que ser una persona culta. En El Nacional, del jueves 4 de
octubre, apareció en la página 9 una nota titulada “Ortografía”, que a
continuación transcribimos:
“Uno de los acontecimientos más
sensacionales de los últimos tiempos lo ha sido el autógrafo del doctor
Biaggini, publicado por ‘Últimas Noticias’, en el cual aparece escrita con ‘c’
la palabra entusiasmo.
La prensa lopecista ha arremetido
furiosamente contra tal gazapo, sosteniendo que un ciudadano con deficiente
ortografía no tiene derecho a presidir esta República.
Protestamos. No porque nos agrade
la ortografía del doctor Biaggini, sino porque el general Gómez escribía
entusiasmo con ‘h’, presidió la República, y los que hoy son directores de los
periódicos lopecistas no dijeron ni pío. M.F.”.
Los pocos partidarios de Biaggini
justificaron el hecho diciendo que el periodista de Últimas Noticias le había
entregado al candidato un lápiz de grafito, y que luego, a propósito, cambiaron
la palabra. Esto nunca pudo saberse.
Seis días después, motivados por
la tensión y el desasosiego electoral de no existir un candidato que conciliara
las aspiraciones de todos los ámbitos de la sociedad, Acción Democrática en
confabulación con un sector del Ejército dio el golpe de Estado.