Toda opinión que persiga influir en la perspectiva de muchos, tiene indudablemente que ser fundamentada y sustentada, para así poder cumplir dicho objetivo. Es necesario para mí comenzar por definir y conocer lo que significa revolución como sistema de gobierno. Revolución es un proceso donde se realizan cambios estructurales, para mejorar las condiciones de gobernabilidad existentes.
Año 1994, crisis de distintas índoles, gobernabilidad producto de los altos índices de corrupción, crisis política, económica, social, entre muchas otras manifestaciones como la carcelaria, el hampa, etc, etc, etc… Bajo este ambiente un discurso de “Ollas podridas”, “delincuentes”, entre otras calificaciones cala a la perfección y es muy bien visto por el grueso de la población que sufría descaradamente la canallada de muchos gobernantes.
Año 2012 luego de 14 años de gobierno, debemos hacer un stop y analizar la situación, pues viene una elección presidencial que por demás está decir que es de vital importancia. Pregunto yo entonces, ¿Cómo está la corrupción? “Mejoro, empeoro!!!” y así con cada uno de los temas que mencione anteriormente y el balance indudablemente es negativo. Existen altos niveles de corrupción, crisis de gobernabilidad política pues hoy vemos que los poderes están siendo controlados desde el ejecutivo descaradamente, gobernadores que producto de las distintas disparidades en las visiones se enfrentan por ejemplo al Presidente de la asamblea nacional de nuestro país, una persona altamente señalada por hechos de corrupción, que sabrá Dios cuando serán investigadas. De este modo y en nuestra visión, tenemos un país en el que los discursos ofensivos y discriminatorios están totalmente desfasados, fuera de contexto y al momento vemos un presidente y hasta periodistas de medios públicos incluso insistiendo en ofender. El pueblo que les sigue ofende empleando las mismas frases que usa el líder “Chayota, Chayotismo, majunche” entre muchos otros ejemplos.
Desde luego sigo preguntándome ¿Cuál Revolución? Cada día vemos más obras inconclusas, no se reparan las carreteras, el aparato productivo del país altamente contraído, todo en un 90% son productos importados, el control sobre las divisas es amplísimo y tardío, no se descarta y opino que el gobierno no tiene otra escapatoria sino la devaluación de la moneda para el último trimestre del año, una crisis de precios del petróleo que se avecina, todo eso nos tiene muy preocupados. Pero recordemos debemos elegir a un presidente!!!
Algunos creen que opinar es tarea de simples espectadores, no es así, también somos venezolanos que observamos cómo crece la violencia, la prostitución infantil, la delincuencia, los problemas escolares, de una manera acelerada en nuestras barriadas, basta ir a las estadísticas y ver la cantidad de niñas de entre 11 y 13 años en estado de gravidez o dando a luz. Las cargas al estado cada día más fuertes, profundizadas y no existen respuestas contundentes por parte del gobierno “REVOLUCIONARIO”.
Es así como al pasar de los años, en plena campaña electoral y en vísperas de la elección, yo me sigo preguntando ¿Cuál Revolución?
EN UNA REVOLUCIÓN, COSAS COMO ESTA NO OCURRIRÍAN JAMAS: