Anquilosamiento de un pensamiento, de un movimiento.

En esta oportunidad escribiré para realizar como siempre una reflexión dirigida a mis amigos, compañeros de luchas educativas, de luchas políticas, a todos los que nos han acompañado incluso hasta en vida gremial, les comentare sobre un mal que nos persigue, siempre nos ha acechado, nos acorrala por algo muy simple, tres plagas que un poco más adelante explicare.

Cuando me hablan de crisis de representación política, la imagen que visualizo es la relacionada a la crisis de los partidos políticos, asunto que siempre lleva a esa necesidad de manejar una matriz electoral, terminando en el clientelismo más por la necesidad de patrimonio y acumulación de riquezas que por la organización civil efectiva.

Los partidos políticos están congelados, pero no están muertos, ellos mantienen vivos los ideales por los cuales nacieron. Ellos tendrán razón de ser si se mantienen siempre fieles a sus principios y persiguiendo sus ideales.

Manejar a un conjunto de ciudadanía, conformada por grupos humanos, con capacidad de actuar colectivamente respecto a los problemas planteados, superando sus diferentes puntos de vista y diferencias, se logra solo diseñando de forma institucional, estructurando, creando, creándose y recreándose sin cesar.

Cuando se mata la diversidad de pensamientos, este que nos lleva a lograr la actualidad de una cosa, esa que impide que se desfase, que se anticué un pensamiento, decimos que estamos entonces en presencia de un anquilosamiento de un pensamiento. Cuando la cooptación es la respuesta a la caída en la organización, se hacen rígidos los movimientos y entonces se cae en las tres plagas que destrozan y seguirán destrozando la praxis de la mentalidad de quienes lo conforman, estas plagas son las siguientes:

Primera Plaga: el individualismo
Asociado a la capacidad de un pequeño grupo de individuos que toman ventaja sobre otros y trataran siempre de explotar mas en el objetivo original del lucro que en el de cambiar la forma de pensar del conjunto de individuos que conforman dicho movimiento.

Segunda Plaga: la burocracia por la no cultura del trabajo
Se necesitan cien y meten solo diez, colapsando estructuras, porque esos diez poseen un mal incrustado, un deseo de figurar en una injusticia mediática, que al final de la historia terminan siendo unos parásitos mas debido al individualismo por el control de medios y recursos, que al cabo del poco tiempo terminaran diciendo “Sálvese quien pueda”, ocurre también en agrupaciones de partidos con criterios débiles en su formación política.

Tercera plaga: el pensamiento marginal
La marginalidad ha sido un mal histórico, definitivamente es una manera de pensar y de existir del Venezolano… Esto ha destruido nuestro pensamiento sistémico, cada quien se tiene que defender para poder sobrevivir, eso pasa en la casa, universidades, empresas, escuelas sin duda que la política no es la excepción. Aun estamos lejos de donde queremos estar.

Un popular refrán dice que “A buen entendedor, pocas palabras” y apelo a la inteligencia de quienes dirigen conscientemente movimientos civiles y partidos políticos a estar muy pendientes de no caer una vez más en el anquilosamiento de un pensamiento y por ende el de los movimientos civiles independientes.

Lcdo. Jonathan Lugo