En la actualidad se puede observar este fenómeno muy frecuentemente en las redes sociales, en muchas oportunidades escuchamos de grandes estudios psicológicos que los seres humanos se expresan mejor escribiendo las cosas que diciéndolas a la cara de los demás. Tal vez allí radica el éxito de las redes sociales.
Los jóvenes de hoy se ahogan en un vaso de agua. Pese a que son mucho más preparados, se derrumban fácilmente y no toleran críticas.
Cuando se usa esta palabra hay que precisar el contexto en el que se encuentra, ya que pueden ser personas que reaccionan a una situación coyuntural, personas que generalizan su situación y tienden a mostrarse así todo el tiempo o, por el contrario, hablamos de personas controladas y moduladas emocionalmente que saben en qué situación de estrés o ansiedad pueden tornarse hipersensibles.
En las políticas de privacidad de las redes sociales se enmarcan un conjunto de reglas que prohíbe taxativamente las violaciones sistemáticas a derechos humanos como discriminación racial, sexo, política, entre muchos otros, sin embargo el contenido de lo que allí se presenta no deja de ser algo optativo, por ejemplo; “Si no te gusta lo que opina Jonathan Lugo, ¿qué haces leyendo eso?”, existe la opción Unfolow en todas las redes sociales, puedes darte la oportunidad de silenciar, bloquear, sacar esa clase de opiniones de tu vida, pero los escenarios son distintos, te consigues con los denominados Hipersensibles, reaccionarios a las opiniones, viven denunciando todo el contenido que consiguen a su paso, demostrando así su incapacidad para hacer frente, contextualizar y dar debate. Te acusan de homofobia, de discriminación, hacen todo para que imágenes, videos, comentarios sean sacado, tu cuenta sea suspendida y así ellos respiran en un mar de saciedad y una tranquilidad aparente, pues a su paso aparece otro y otro. Esta conducta quizás se exacerba porque buscan luchar por el respeto a la individualidad, a la aceptación de las diferencias, y en ese contexto las críticas pueden percibirse como una agresión a la libertad. “Esto los hace hipersensibles a cualquier observación sobre sus comportamientos y muestra una exigencia a veces exagerada de recibir un trato de igual a igual”.
Está claro que debe haber límites como no promover el odio y la violencia, pero es incomprensible que las personas quieran protegerse de las visiones que no les gustan mediante la censura y la intolerancia al debate.
He querido escribir un poco sobre este tema, debido a que es creciente la situación y preocupa. Yo les diría que trataran de cuidarse un poco más, debido a que, en lecturas realizadas, los hipersensibles terminan con grandes problemas de ansiedad y depresión, deberían enfocarse en realzar más lo positivo de lo que defienden, dar debates, no ser reaccionarios.
Saludos a todos y espero logren comprender la idea central de mi opinión.